El Centro de Estudiantes de la sede Río Grande inició el cuatrimestre con decisiones que marcan un rumbo. En su primera reunión como gestión definieron vocalías y presentaron medidas que buscan mejorar servicios y abrir espacios de participación.
Una impresora como patrimonio estudiantil
Uno de los anuncios fue la compra de una impresora propia. “Es bastante potente, puede imprimir, fotocopiar, escanear y pasar a PDF”, explicó Agustín Cazeaux. La medida evita depender de alquileres externos y asegura que el equipo quede como patrimonio del Centro más allá de los cambios de gestión. La decisión apunta a garantizar continuidad en un servicio básico para la comunidad universitaria.
Buffet y actividades colectivas
El segundo proyecto fue el lanzamiento del Buffet de Emprendedores. “Ya empezamos con budines, muffins y pizzas, y buscamos opciones veganas”, señaló Victoria Sponsillo. La convocatoria está abierta y se exige el carnet de manipulación de alimentos para quienes participan. Se trata de una propuesta que combina acompañamiento económico y responsabilidad sanitaria.
La agenda también incluye la organización del Día de las Infancias, junto a gremios y áreas de la universidad. “Queremos armar una celebración lo más grande y divertida posible”, indicaron desde el Centro. Estas acciones reflejan un rol activo de la representación estudiantil, que combina gestión de servicios y creación de espacios colectivos en la sede Río Grande.